Las plantas infectadas muestran amarillamiento y marchitamiento y reducción en la producción. Cuando la raíz está infectada produce nódulos, engrosamientos o agallas que tienen distintos tamaños, varia por el número de hembra que albergan. Los síntomas de los órganos aéreos son similares a los que producen muchas otras enfermedades de la raíz o factores del medio ambiente, los cuales disminuyen el volumen de agua disponible para la planta. Las plantas infectadas muestran un desarrollo deficiente y una menor cantidad de hojas, éstas se quedan pequeñas, de color verde pálido o amarillamiento que tienden a marchitarse cuando el clima es cálido. Las raíces infectadas se hinchan en la zona de invasión y desarrollan las agallas típicas del nódulo de la raíz, las cuales tienen un diámetro dos o tres veces mayor al de las raíces sanas.
Los huevos se encuentran agrupados en masas de 100 a 1.200 individuos, protegidos por una matriz gelatinosa secretada por la hembra y dichas masas se encuentran en el suelo o en los restos de raíces del cultivo anterior, ya en el estado larval se alimentan de la raíz, causando heridas que pueden ser la vía de ingreso para patógenos. En la parte aérea de la planta el daño se manifiesta como clorosis (amarillamiento), marchitez, enanismo y reducción de rendimiento.