Lasiodiplodia es un hongo picnidioformante, hemibiotrofo que causa muerte regresiva en palto, mango, vid, arándano y otros cultivos. Está ubicado dentro de la familia Botriosphaeriaceae, y ha sido considerado, por diversos autores, como parásito débil u oportunista por razones ecofisiológicas de la interacción con sus hospederos, pues su micelio avanza sistemáticamente en la infección en condiciones particulares, como el estrés en la planta. Sin embargo, resultados de recientes investigaciones efectuadas con diversos aislamientos de este hongo, han demostrado que es un potente productor de enzimas degradativas que le confieren alta habilidad parasítica, razón por la cual puede llegar a causar la muerte no solo de brotes jóvenes sino de toda la planta.

El hongo ingresa generalmente por heridas de injertación o de podas y también puede hacerlo a través de las lenticelas tanto en ramas jóvenes como en frutos.

Los cuerpos fructíferos o picnidios que estepatógeno forma son de origen asexual; cuando ingresa a su fase sexual forma otro cuerpo fructífero parecido externamente al picnidio que se llama peritecio. Esa fase no la hemos registrado en nuestro medio aún, pero sí es común en Chile. En ese estado el nombre genérico de Lasiodiplodia (faseanamórfica o asexual) cambia a Botryosphaeria (fase teleomórfica o sexual).

Los picnidios forman abundantes picnidiosporas o llamadas también conidias, encargadas de diseminar la infección. Los peritecios formas unas bolsas o sacos llamados ascos y en su interior se forman las ascosporas que también diseminan la infección (Red agrícola, 2019).

Lasiodiplodia no afecta a las raíces, como sí lo hacen otros hongos de la madera. Sin embargo, en algunos casos, puede ser aislado del cuello de la planta o parte de la raíz. Produce tres tipos de infección: cortical (se ve por fuera), vascular (se ve por dentro) y subcortical (no se ve fácilmente ni por fuera ni por dentro. Hay que hacer cortes finos de la corteza para detectar la decoloración que este patógeno causa en el tejido subyacente). Esta es la infección o fase menos detectable y, por lo tanto, la más peligrosa porque el hongo migra, por vía subcortical y después vascular, hacia el fruto.

Se ha demostrado recientemente que los picnidios de Lasiodiplodia esporulan abundantemente en restos de tejido muerto por este hongo y podado (100, 000 conidias/g), lo cual representa un serio peligro cuando estos restos no son retirados del cultivo inmediatamente después de la poda.

Los resultados de últimas investigaciones, efectuadas en el ámbito agro-productivo de La Libertad para el control químico de este patógeno, no acreditan resultados sostenibles y conllevan el peligro de incurrir en excesos de residuos de fungicidas en el fruto.

Los residuos de fungicidas a base de cobre que se están aplicando en reiteradas ocasiones, especialmente por vía sistema de riego, pueden estar sistemática y progresivamente atentando contra la microbiota del suelo, especialmente sobre poblaciones bacterianas, pues el cobre también actúa como bactericida y algunas especies bacterianas del suelo (muchas de ellas provenientes de incorporaciones de materia orgánica que se han hecho antes de la instalación del cultivo)suelen vivir a expensas de los exudados de la raíz (denominadas rizosféricas) y jugar importantes roles en la protección directa o indirecta de la raíz contra el ataque de fitopatógenos del suelo (Redagricola, 2019).